PAULA ARENAS
- "Esta vez este proceso creativo de confusión ha sido mucho más largo de lo común, demasiado caótico", dice Malú sobre su nuevo trabajo.
- "A todos nos cortan las alas, vivimos en una sociedad en la que no nos dejan sentirnos libres".
- "Con los años aumentan las inseguridades", afirma la artista que tras 18 años sobre los escenarios duda mucho más que cuando empezaba.
Dieciocho años sobre los escenarios a los 33 que tiene Malú bastan para entender parte de esa necesidad de parar que cuenta la artista y con lo que explica el motivo por el que ha tardado más de lo habitual (que en realidad no es tanto: Si data de 2013) en sacar Caos, su nuevo trabajo.
Desde Aprendiz, que tenía 16 años, y que la lanzó a toda velocidad a la fama hasta hoy no ha dejado de sacar discos. El de ahora explica mucho o todo de lo que le pasa a esta cantante que se crece en los escenarios y parece que disminuyera en persona. Pequeña. Parece pequeña, o tal vez es que esté agotada tras salir del caos.
Caos, no desorden. Confusión. O eso dice ella. Y así.
¿Cómo es su caos?
Llevo viviendo el caos muchos años y estoy hecha a él. Y lo vivo en positivo, porque lo que sale es bueno y productivo: la creación de algo es lo que genera. Para mí el caos es ese estado de confusión en el que te encuentras cuando tienes que crear desde cero y cuando encuentras ese lugar por el que salir es positivo.
¿De qué manera salió esta vez?
Pues al final salí con una canción, precisamente la que se llama caos. Esta vez este proceso creativo de confusión ha sido mucho más largo de lo común, demasiado caótico, y esa primera canción que abre las puertas es Caos.
¿Algo de caos sentimental como en la letra de la canción?
Depende, lo bonito es que el mensaje de las canciones sea abierto y que no tengas que haberlo vivido de manera literal.
También hay algo de canto a la libertad y a no dejar que nos corten las alas...
Sí, es ese mensaje de refuerzo, de apoyo, de decirte: si quieres puedes. Lucha por esa libertad.
¿Le cortan o se corta usted misma las alas?
A todos nos cortan las alas, vivimos en una sociedad en la que no nos dejan sentirnos libres y también es cierto que nosotros somos los primeros en cortarnos las alas por nuestros miedos o situaciones.
O por temor a que alguien se enfade...
O por el miedo a cómo puedas salir de una situación que vives con rienda libre y alas abiertas. Siempre estamos coartándonos por algo, si no es por ti, es por lo que puedan decir o por cómo salir de una situación de libertad. Lucha y sal, si quieres eso, ve a por ello.
¿Tras tantos años aumentan las inseguridades?
Aumentan las inseguridades con los años, cuanto mayor soy más sentido de la responsabilidad tengo y más necesidad de estar a la altura de los que te siguen y darles lo mejor y ese nivel de exigencia se vuelve enorme.
¿Cuándo se equilibra el caos?, ¿o siempre vuelve?
Tras esa primera canción que es como la varita. Siempre hay una canción que rompe el caos.
¿Hay alguna canción en este trabajo que no correrá la fortuna que merece?
Sí, pero no te diré cuál. No es una canción que vaya a tener la proyección de otras por su frescura y camino. Hay canciones con un camino más en la sombra pero muy importantes para ti y que para alguna gente son joyitas y para mí las hay que son joyas aunque no vayan a ser protagonistas.
¿Es también desorden la confusión de la que habla?
No, caos para mí no es desorden, es confusión, y este mundo en el que todo es caótico y todo va tan rápido...
¿Cómo le afecta la televisión?
Creo que no me afecta en ese sentido. Lo que me costaba era la necesidad de estar a la altura de esa gente que me ha regalado tanto..., y que me hicieron vivir una gira como jamás en mi vida. Y eso lo que hace es que no te conformes con lo primero que te sale.
Es la única artista femenina que ha llenado cuatro veces el Palacio de Deportes, que entonces aún se llamaba así, ¿presiona?
Eso genera mucha presión, volver ahí. Y este año, tras 17, es la primera vez que hemos parado, necesitaba parar. Si vas demasiado continuado... Cuando tu cuerpo te pide parar porque hay bloqueo psíquico natural hay que escucharse.
¿Le da miedo escucharse?
Sí, el disco no lo terminas, lo abandonas. Nunca se acaba, siempre hay algo mejorable. Una vez tengo el disco no vuelvo a escucharlo. Cambiarías tanto..
La ventaja es que puede hacerlo luego, en cada directo...
Eso es lo más bonito del mundo, este disco acaba de nacer y todo ese crecimiento es en el escenario. Ahí empieza a madurar.
¿Cuánto más sabe más duda?
Sí, eres mucho más consciente y eso te genera inseguridad.
¿Lo que más detestaría que dijeran de este disco?
Que sea un disco más, porque no es verdad, pero igual aparece otro comentario que no tiene nada que ver y me enfada.
¿Cómo le afectan?
Hay críticas que me dolían y me hacían daño porque eran muy externas. Un comentario sobre la ropa por ejemplo. Esto es un espectáculo y ¿sólo hablas de mi ropa? Esas críticas son destructivas. De las otras igual acabas aprendiendo, pero cuando van a destruir y no cuentas nada de cómo he estado yo, y hablas de mi ropa. Pero si eso es lo que opinas de mí como crítico no tienes credibilidad.
¿Y la industria musical, cómo la ve y vive?
Cambia cada día. Vivimos una crisis y un cambio que vinimos a lo digital y cambió todo. Yo estaba con mi cuarto disco y esto nos lleva a que todo sea más rápido y dure menos y se viva de otra forma. Yo no me resigno a decir: ok vivamos del single. Tienes una canción en digital y eso es, como funciona, ya está. Yo no, yo quiero las 12 canciones, el disco entero. Y aunque acabemos yendo allá, yo me siento incómoda en ese lugar.
¿Es usted cultura?
Completamente.
¿Y entretenimiento?
También, completamente. La música es la banda sonora de nuestras vidas. Las canciones son las que te acompañan. Plantéate un día en que no escucharas absolutamente nada, sólo voces. Creo que no podríamos vivir así. La música es ese momento en que te olvidas del planeta. Ese es mi planteamiento con mis show: que la gente se olviden de toda la mierda que los rodea, aunque sea solo ese rato.
Si le dicen que iba a llegar aquí cuando tenía 15 años...
No me lo habría creído. Además en aquella época no me había dado tiempo siquiera a pensar a qué dedicarme.
¿Ni siquiera tenía la ambición?
En ningún momento me lo planteaba. Yo, ¿en esta familia?, un cero a la izquierda. Fue más casual, y cuando me quise dar cuenta Aprendiz pegó un boom, y yo tenía 16 años y tenía que salir a girar y pensaba: pero si no sé cantar... Era mucha locura. Nunca jamás me habría planteado llegar aquí.
¿Dónde se veía?
Estaba muy perdida, me gustaban mucho los animales, pero lo normal en esa edad... Aunque creo que luego habría acabado terminado en la música.
Porque si no es aquí...
Si no es aquí no es.
