DESTACADOS:   


Mariza: "Que venga quien quiera, ya no voy a tener miedo"
[Noticia]


Mariza: "Que venga quien quiera, ya no voy a tener miedo"
12/02/2015



Mariza: "Que venga quien quiera, ya no voy a tener miedo"

DIEGO G. MORENO

  • La embajadora internacional del fado presenta Mundo, su nuevo disco.
  • Han pasado 5 años desde su última grabación, y en ese tiempo ha encontrado a su "amor verdadero".
  • "Mi música se va a quedar, esto no es arte de consumo, de usar y tirar"

Mariza

No es casualidad que en el libreto de Mundo diga que ha conocido a su «verdadero amor». Mariza se muestra radiante en su visita a España, dispuesta a hablar de manera sincera y profunda de su nueva etapa profesional y personal. Y de cantarlo al mundo, sin miedo y con mucho futuro por delante.

¿Se canta diferente el fado cuando se está enamorada?

Muy diferente, Es una música que habla de un sentimiento vital, cuando estás triste tu forma de estar es diferente. Cuando interpreto una canción, expreso la vida como la siento. Si he descubierto a un amor, voy a cantarlo.

¿Se gusta más ahora?

¡A mí me gusta la vida! Cuando canto tengo una pasión verdadera. No puedo cantar algo que no sienta: puedes ser el mayor productor, el mejor escritor y hacerme una letra, pero si no la siento no podré cantarla.

¿Y Javier Limón, el productor de Mundo, lo ha conseguido?

Javier y yo somos muy cómplices cuando hablamos de música. Antes de hacer el disco hablé con él y le dije: “En cinco años he cambiado muchísimo, la vida me ha obligado a cambiar. Me ha mostrado otros caminos, otra forma de mirar y sentir”. Quería hacer un disco para invitar a las personas a conocerme y al mismo tiempo que las haga sentir una intimidad, como si te abrazase con mi música.

En este disco especialmente hay una forma de cantar más suave, más intimista, como si te cantase al oído, solamente para ti. Es lo que quería hacer. Cuando estoy en el escenario cantando es como si estuviera en mi casa, si me apetece sentarme con el público lo hago, son como mis amigos. Si vienen a mis conciertos es porque quieren conocerme, y, si quieren conocerme, son mis amigos.

La hemos conocido más en su canción Lo mejor de mí…

Sí, en Portugal está teniendo mucho éxito.

En una de las frases dice que hay que “caminar sin miedo de errar”. ¿No es difícil?

Tienes que aprender a hacerlo. Te voy a contar algo que me ha quitado el miedo: tengo un hijo que nació prematuro, y su problema empezó en mi embarazo, cuando a las 18 semanas se rompió la placenta y perdí el líquido amniótico. Los médicos del hospital me dijeron que no iba a vivir, pero yo sentía que no había acabado, no podía acabar algo que quería tanto, ya se movía y le había puesto nombre…

Nunca habían visto un caso como el mío que llegara a buen puerto, pero le dije que mi hijo iba a nacer, que cuál era el límite para que naciera. Me dijo que se necesitaban 26 semanas, pero que iba a tener una infección en cuatro días. Pues no se infectó hasta justo las 26 semanas, y pudo nacer. Pesó 800 gramos y a las seis semanas le tuvieron que operar a corazón abierto… Cuando tú vives todos los días con una persona que ya amas tanto que no hay un amor igual y que no puedas hacer nada porque no está en tus manos, sino en las manos de dios… al segundo se te pasa el miedo. Que venga quien quiera, ya no voy a tener miedo. Por eso he hecho este disco. La vida me ha enseñado y yo he entendido.

Una de las colaboraciones que destacan en su disco es la de Joel Pina [bajista de fado de 95 años]. ¿Cómo es trabajar con él?

Me sentí muy nerviosa, ha sido el compañero de Amalia [Rodrigues] de toda la vida. Con los años que tiene conduce su coche, un BMW, y anda siempre impecable, nadie diría su edad. Cuando le invite a tocar dos fados en el disco me dijo: “Ya lo estaba esperando, ¡pensaba que nunca iba a llegar el día!”. No quiso entrar en la pecera de grabación, se sentó con los cascos mientras yo cantaba. Javier estaba sorprendidísimo. Cuando acabó y fui a disculparme por si había habido algún fallo en mi voz me dijo: “La chica sabe bien lo que hace”. Es increíble.

Hay mucha fusión en el disco, como en sus orígenes. ¿Se siente ciudadana del mundo?

Sí, no escoges donde naces. A mí me tocó Lisboa y soy de allí. Pero he aprendido que  mi casa no es un sitio físico, es donde están las personas que más amo, y que necesito todos los días, mi familia. Me considero una persona de mundo. Mi padre siempre escuchaba mucho fado, pero tengo una madre que me ha enseñado a escuchar todo tipo de música: bossa-nova, jazz, Cesária Évora antes de que fuera conocida, música de Antillas, de Cabo Verde, Angola… Tengo un mundo musical muy libre. En mi respiración y mi voz siempre va a existir el fado pero tengo un mundo tan abierto que cerrarme a un género seria matarme. No me importa si es comercial, si te gusta o no, estoy orgullosa porque es mi verdad, no hay falsedad aquí. Todos mis discos tienen una época, una fase. Con mi primer disco, Fado en mim, no sabía lo que iba a pasar…

Hace un año recogió  algunos de sus temas más conocidos en un Best of. ¿Cómo se ha sentido al volverlos a escuchar después de los años?

Que había cambiado mucho, tenía 24 años. La voz ha ganado una madurez muy diferente, cuando escuchaba los temas sonaba diferente, quería volver a grabarlos pero no me dejaban (risas). Fado en mim lo hice para dedicárselo a mi padre, yo cantaba en su taberna desde que tenía 14 años. Una noche me dijo una persona que cantaba diferente, y para un adolescente que te digan eso te echa para atrás. Entonces pare de cantar, solo escuchaba. Más tarde fue a vivir a Brasil y cante con bandas de allí bossa, jazz, funky, soul... y mi padre nunca vino a verme. Pero el día que volví a cantar fado apareció.

Cuando empecé a grabar el disco nadie lo quería, decían que no era comercial. ¡Cuando lo saqué se vendieron 120.000 copias! Hoy no tienes una editora musical no que tenga una cantante de fado.

Entre usted y otras cantantes jóvenes como Carminho o Ana Moura han conseguido internacionalizar el fado. Acaba de venir de Estados Unidos. ¿Le gusta el fado a los americanos?

Muchísimo. Hasta hace poco era cantante residente del Carnegie Hall de Nueva York y siempre que iba allí tenía que cantar en ese sitio. Pero decidí ir al primer local en el que cante allí cuando fui por primera vez, una sala pequeña,  fue increíble volver después de 12 años.

¿Cómo ha cambiado su mundo, el barrio de la Morería en Lisboa, en estos años?

Muchísimo, hoy es un mix de culturas muy interesante. Cuando crecí era un barrio puro, pero todavía quedan vestigios de eso, casas que las abuelas dejan a las madres y a las hijas. Cuando voy allí a ver a mis padres es como si volviera a la época de mi juventud.

Versiona a Carlos Gardel, un mito del tango. De usted  han dicho que es la nueva Amalia Rodrígues ¿Qué supone coger el testigo de esas figuras?

¿Van a decir que soy la nueva Gardel? [Risas]. Las personas que hacen una comparación con alguien que creen que es lo mejor es porque les gusta tanto que me ponen al mismo nivel. Al principio me hizo mucha confusión. Con mi segundo disco, que era de puro fado, me comparaban con Amalia y no lo entendía. En mi tercer disco lo entendí, me comparaban porque la voz era parecida.

¿Cree que su arte se quedará en el mundo cuando vayan pasando los años?

Mi música se va a quedar, esto no es arte de consumo, de usar y tirar. Por eso todavía se recuerda a Gardel, Sinatra o tantos otros… Esta música representa a una cultura. Yo desapareceré físicamente, pero mi energía seguirá por aquí. Mi marido siempre dice: “Nosotros no morimos, mudamos de sitio”, por eso sé que me quedaré aquí viendo lo que hacen con mis discos (risas)












Fuente: http://20minutos.feedsportal.com/c/32489/f/478290/s/4be7f7f0/sc/26/l/0L0S20Aminutos0Bes0Cnoticia0C2617610A0C0A0Cmariza0Cmundo0Cfado0C/story01.htm


 


Vota
Puntuación Total
5,00
Interesante Artísta Novedoso




  
Compártelo




Comenta en el muro

Enviar mensaje
Comenta en el muro de ClubsDeFans




www.ClubsDeFans.com © 2024